Mi nombre es Silvia Pruneda, nací en Buenos Aires, Argentina. Desde la temprana adolescencia manifesté el interés por ayudar a las personas, me interesaba saber que sentían, y trataba de conectarme con aquello que vivenciaban, sentía cierta curiosidad y entusiasmo por comprenderlas…
Es así, como a los 15 años decidí estudiar Psicología. Este hermoso deseo convivía con experiencias místicas vivenciadas en retiros espirituales: pude sentir la unidad con el todo, conectarme con la naturaleza y el universo, sentirme parte de algo grandioso. Estas tempranas experiencias dejaron una huella importante, algo de esa verdad sagrada, disponible para todo/as, comenzó a develarse para mí…
Estudié Psicología en la Universidad de Buenos Aires. Durante el estudio de la carrera me alejé de las creencias religiosas, me aboqué a formar una familia. En el transcurso de la vida y en sincronía con varios sucesos vitales: separaciones, pérdidas y duelos, experimente en varias ocasiones, aquello que se llama “la noche oscura del alma”, momentos bisagras para el despertar de consciencia, un puntapié inicial para una transformación profunda. Una guía divina, y por cierto muy convincente, me orientó en el cambio: era necesario dejar los libros de psicoanálisis, liberarme de teorías, dejarlas ir para generar y crear un vacío que diera lugar a lo nuevo. Aquí emprendí otro camino, me conecté con el mundo angelical y con su magia, fue un reencuentro con lo espiritual. Comencé iniciándome en Reiki Usui, Técnica del Arca, en técnicas de meditación, Diksha, Sanación Angelical, Sanación Pranica, Sanación Cósmica, Chamanismo, Terapia de Regresión a vidas pasadas, entre otras. Fue un tiempo maravilloso de sanación personal, de mucha asistencia divina, en el que la causalidad se manifestaría a través de personas que guiarían mi proceso y hacia quienes hoy en día siento una inmensa gratitud. Este camino transitado me llevó a conocer mi propósito divino, mis vidas pasadas, mis dones, canalizando mensajes para mí y para otro/as.
Hay una magia que se expresa en las señales que nos guían cuando nos abrimos a recibirlas, cuando nos dejamos ayudar, soltando los controles mentales del ego, para que este transitar sea más armonioso y liviano.
En este contexto pude comprender que todo aquello que viví fue perfecto y parte del camino.
Hoy es parte de mi propósito divino, trasmitir un mensaje sagrado: la verdad del ser divino que todos somos y acompañar a todas las almas en su propio despertar de consciencia, guiarlas para que puedan sanar, recordar, redescubrir y vivir la esencia divina del ser, en alegría, siendo Uno con todo lo que es, siendo cada uno artífice de su propio camino, llegando a la propia maestría.
Vinimos a este mundo a experimentar, a descubrir quiénes somos, a recordarlo…
Es mi intención guiarte en tu camino de reencuentro con lo que ya eres, para que puedas vivir tu divinidad aquí y ahora.
¡GRACIAS POR ESTAR AQUÌ!
Namaste
Silvia
